SEVILLA
La visita a Sevilla la dividimos en varias etapas.
· El Centro
El centro de Sevilla debe su morfología a su pasado, calles estrechas e irregulares en torno a una zona que podría estar formado por el Ayuntamiento y la Catedral.
Uno de los símbolos de Sevilla es el conjunto Giralda-Catedral.
La Catedral está construida sobre una antigua mezquita almohade. Empezó a construirse a principios del s.XV. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en diciembre de 1987. Es la catedral gótica más voluminosa del mundo.
La Giralda es la torre y el campanario de la Catedral. Se construyó como copia del alminar de la mezquita de Kutubia de Marrakech (Marruecos) siendo su campanario renacentista. En lo más alto de la Giralda está el Giraldillo, una estatua que pese a su nombre tiene forma de mujer. Sus 104 metros de altura le hacen poseedor de unas vistas magníficas de la ciudad. Eso sí, para acceder a lo más alto hay que ascender por 36 tramos de rampa. Solo hay una construcción más alta en toda la ciudad, el puente del Alamillo.
Las calles comerciales son Sierpes, Tetuán, Velázquez, Imagen, etc, congregan a muchísima gente a cualquier hora del día.
Un sitio para perderse es el Barrio de Santa Cruz. Y lo de perderse es casi literal porque la referencia del lugar dura poco en cuanto empiezas a caminar. Son muchos los sitios donde parar a tomar algo, uno de ellos es Las Columnas.
Los Reales Alcázares es mi lugar preferido de Sevilla. Tardé en descubrirlo pero desde mi primera visita allí quedé absolutamente fascinada con ese lugar.
De su origen solo queda el patio del Yeso.
El terremoto de Lisboa de 1755 supuso una serie de modificaciones en el recinto.
Los jardines del Alcázar son simplemente espectaculares.
· Parque de María Luisa y Plaza de España
El Parque de María Luisa formaba parte de los jardines del Palacio de San Telmo (sede actual de la Junta de Andalucía). Debe su nombre a la infanta María Luisa de Orleáns que fue quien lo donó a la ciudad.
Las fuentes repartidas por todo el parque le dan un toque de frescura y tranquilidad con el sonido del agua.
La Plaza de España se inauguró con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929. Hoy es uno de los lugares más visitados de Sevilla. Todas las provincias están representadas. Normalmente cada uno se suele parar en la suya de origen así que es fácil encontrar un paisano.
· Triana
Más que un barrio es toda una institución y sobre todo un símbolo. Ser trianero es en algunos casos una idiosincrasia de vida.
La calle por antonomasia de Triana es la calle Betis. Desde el otro lado del río se puede apreciar con detalle, casas cuidadas y multitud de bares por visitar. Cualquier día está lleno. Probablemente sea el sitio donde se dan cita la mayoría de estudiantes extranjeros de la ciudad.
Una imagen para recordar es la vista desde la plaza de Cuba donde se puede ver la Torre del Oro, la Giralda y el Teatro de la Maestranza.
· Río Guadalquivir
El río Guadalquivir atraviesa y divide la ciudad. De un lado los restos de la Expo’92, Triana y Los Remedios, del otro, el resto. Tiene un paseo fluvial en el que puedes pasear desde el puente de Los Remedios hasta donde aguantes. Personalmente me gusta el paseo desde el puente del Alamillo al puente de la Torre del Oro pasando por la Barqueta, el Pasarela, el puente de Chapina y el puente de Triana. A los pies de este puente está el monumento a la Tolerancia de Chillida.
· Visita cofrade
Famosa a nivel nacional es la Semana Santa. Todos los días hay procesiones, quizá la más conocida sea la “Madrugá” donde salen la Macarena, el Esperanza de Triana y el Gran Poder.
El Domingo de Ramos es la tradicional mantilla.
Para hablar de visitas cofrades habría que ser entendido en el tema, eso lo dejo como asignatura pendiente, hasta que algún “amigo sevillano capillita” me asesore en este tema.
· Paseo en bici
Hace no mucho se ha instaurado en Sevilla el carril bici y se ha habilitado un servicio de alquiler de bicicletas con las que poder moverte por la ciudad. La situación de la ciudad junto a un río y sin cuestas la hacen ideal para ir en bicicleta, quizá no tanto cuando pega mucho el calor. Es una gran idea que está teniendo mucho éxito.
· Qué comer
En la Plaza Cristo de Burgos hay dos sitios que no hay que perderse, para comer Los Coloniales. Muchas veces, no sin razón, pensamos que la comida en una franquicia no es muy buena. Pero la tosta de salmorejo con atún rojo es espectacular. De postre los mejores helados (que no granizados) que he probado son los de Rayas.
Para ir de cañas Las Columnas en el Barrio de Santa Cruz, el Perejil o cualquiera de la Plaza de la Alfalfa.
Para las noches hay varias opciones, la Alameda de Hércules, el centro, la calle Betis, la Buhaira…
· Para dormir
Aconsejamos el hotel Silken Al Andalus Palace en el barrio de Heliópolis muy cerca del Manuel Ruíz de Lopera, estadio del Betis. Si hay algo que se destaca es la tranquilidad que ofrece al huésped. Está muy bien comunicado, a unos metros de allí, en la misma avenida de La Palmera pasan varias líneas de autobuses urbanos que te dejan en pocos minutos en el centro. Dando un paseo se llega a unos jardines y a los antiguos pabellones de la Expo del 29 y se llega en nada al Parque de María Luisa.
Del hotel en sí podemos decir que está recién reformado lo que se nota nada más entrar, instalaciones nuevas y bien cuidadas, zonas ajardinadas donde pasar un rato agradable,
Los desayunos son todo lo copiosos que uno quiera, pero estamos en Andalucía con lo que “la tostá” con jamón y tomate no puede faltar. Hay que coger fuerzas para abordar la visita del día.
Aunque lo que llama la atención de verdad del hotel es la piscina, la pena fue que no pudimos disfrutarla por falta de tiempo, pero volveremos para dar cuenta de ella.
La habitación estaba muy bien, la nota de la relación calidad-precio es, como en toda la cadena Silken, bastante elevada.
· Curiosidades
¿De dónde viene la expresión “El que fue a Sevilla perdió su silla”?
En el año 1460, don Alonso Fonseca, tío y sobrino que compartían nombre, eran arzobispos de Sevilla y de Santiago de Compostela. El sobrino ocupaba el cargo en Santiago. En aquella época había ciertos conflictos en el reino de Galicia. El sobrino pidió ayuda a su tío para aclarar la situación y de mutuo acuerdo intercambiaron temporalmente las diócesis. Arreglada la situación el tío quiso ocupar su diócesis pero se encontró con que el sobrino no quería devolvérsela. Con “ayuda” del papa y de los métodos de Enrique IV de Trastámara, Alonso Fonseca tío recuperó su diócesis (su silla).
La expresión original fue “el que se fue DE Sevilla perdió su silla” en relación a la marcha de Sevilla a Santiago de Compostela. Con el tiempo ha degenerado a la que hoy utilizamos.
Hay ciudades que marcan y para mí una de ellas es Sevilla. No hay una única razón para volver sino muchas, pero yo me quedo con una principalmente, su gente. Es una ciudad alegre y con mucha vida y eso se nota en la calle. Siempre es agradable volver.