AIGÜESTORTES
Situado al suroeste del Parque Natural de Aigüestortes, la ruta que describimos es también conocida como la Ruta de la Nutria o Ruta Llúbriga.
El punto de partida fue el aparcamiento de la “Palanca de la Molina” desde donde empezamos el camino. En el primer tramo se avanza por la ribera del río San Nicolás y, aunque se escucha el ruido incesante del agua, se deja ver poco por la espesa vegetación de sus márgenes.
Situado al suroeste del Parque Natural de Aigüestortes, la ruta que describimos es también conocida como la Ruta de la Nutria o Ruta Llúbriga.
El punto de partida fue el aparcamiento de la “Palanca de la Molina” desde donde empezamos el camino. En el primer tramo se avanza por la ribera del río San Nicolás y, aunque se escucha el ruido incesante del agua, se deja ver poco por la espesa vegetación de sus márgenes.
La ruta se aleja del río y conduce a la ermita de San Nicolás. Fue construida después del esplendor románico catalán. Su situación a 1700 metros le dieron la utilidad de refugio de las inclemencias de la alta montaña. Eso sería antes, nosotros la encontramos cerrada a cal y canto.
Cuenta la leyenda que en las inmediaciones de la ermita están enterradas las coronas de unos reyes franceses y que aquel que las encuentre morirá en el acto. Para ver si se cumple la leyenda, primero habría que encontrar esas coronas.
Durante el camino fuimos testigos de cómo una lagartija se comía una mosca, aunque en la foto no se aprecia con claridad.
Seguimos avanzando y llegamos al Lago de Llebreta en cuyas aguas se refleja el pino negro tan común en la zona.
La siguiente parada es la Cascada de Sant Esperit, consecuencia de los saltos de agua del río San Nicolás. La erosión de las aguas han dado lugar a pozas que pueden llegar a tener unos 6 metros de profundidad, también llamadas “Marmitas de gigante”.
El camino sigue subiendo y llegamos al Mirador de Sant Esperit a 1800 metros de altitud.
Finalmente alcanzamos el llano de Aigüestortes donde las aquí tranquilas aguas del río forman meandros entre los pinos. Al amparo de las montañas, pasta el ganado ajeno al ir y venir de extraños que los miramos con curiosidad.
Tras un descanso para reponer fuerzas iniciamos el camino de vuelta sobre el original camino de subida, con la salvedad de que llegado al Lago de Llebreta continuamos por la carretera bordeando el lago.
La ruta se resume en un desnivel de 430 metros (1400 – 1830 m) y unas seis horas de duración entre la ida, las fotos, el reportaje y la vuelta. Las altas temperaturas de agosto endurecieron las condiciones de esta ruta.
Qué comer
Tras una larga y calurosa subida de más de dos horas y media de camino, el llano de Aigüestortes fue el lugar elegido para el bocadillo que traíamos del hotel.
Si os gusta la carne, en El Pla de la Ermita no podéis dejar de ir a comer a la Sidería Carpanta. Me comí uno de los mejores (si no el mejor) chuletón de mi vida. Se deshacía en la boca.
También en El Pla de la Ermita hay una hamburguesería que hace una hamburguesas que no tienen nada que envidiar a las famosas de Alfredo's Barbacoa de Madrid.
Dónde dormir
El Petit Muntanyó se encuentra en el Plá de la Ermita pasada la localidad de Taüll. Es un hotel pequeño pero muy bien equipado donde disfrutamos de una estancia muy agradable, de muy buenos desayunos unas habitaciones amplias y confortables y de un trato formidable por parte del personal. Además, tienen el detalle de dejarte el periódico del día en la habitación. Muy recomendable.
Quizá lo aconsejable hubiera sido subir en 4x4 hasta Aigüestortes y desde allí iniciar la ruta a pie hasta el Lago Llong. Pero no conocíamos esta posibilidad y luego fue tarde. Otra vez será.